Entorno impresionante, servicio fantástico. 10/10
El personal de Hacienda Rumiloma es increíble, nada es demasiado, hicieron que nuestra estadía fuera realmente especial. La única parte de la experiencia que coincide con ellos es el hotel en sí, los jardines son impresionantes, las habitaciones son individuales y tienen una hermosa presentación. Esta mañana, al salir, me sorprendió una de las alpacas deambulando, ¡también son muy amigables!

Estábamos agotados por nuestro crucero por Galápagos. El personal trajo el servicio de habitación a nuestra sala de estar donde cenamos frente a un hermoso fuego tipo «estufa Franklin». La decoración era andina, histórica, con muchas antigüedades y pinturas preciosas. La vista de Quito era espectacular. A mi sobrina le encantan las llamas por lo que el personal trajo las llamas para alimentarlas justo afuera de nuestra puerta y tomamos montones de fotos. ¡Excelente alojamiento!